sábado, 19 de enero de 2008

¡Todo es como debe ser! Impresiones disidentes sobre el primer referéndum en Costa Rica


"Hay que apartar de nosotros el mal gusto de querer coincidir con muchos"
Nietzsche
Nota Introductoria

Cada palabra que se escribe tiene una motivación y todo texto que se
comparte una razón. Pues bien, creo que es necesario dejar aquí
manifiestas las motivaciones que hacen que este texto sea posible. La
primera es una promesa incumplida con un compañero, cuyo aliento hace
posible este escrito, y la segunda parte de la necesidad de plasmar en
tinta lo que hace meses viene ocupando mi cabeza.

Dicho esto, la intención de este texto es difundir al público disidente
fuera y dentro de Costa Rica una serie de impresiones sobre lo que ha
pasado en los últimos meses luego del FRAUDE (si con mayúscula, porque eso
fue lo que paso con el referéndum del 7 de octubre). Esperemos que estas
líneas motiven el interés por la realidad de lo que pasa en este
territorio de la prisión capitalista mundial, llamada Costa Rica y
contribuya al debate sobre la organización libertaria[1] en la lucha
contra el neoliberalismo.

Algunas aclaraciones sobre la realidad costarricense o el mito del pueblo
elegido

Para que los que lean este texto desde otras latitudes, es necesario hacer
unas cuantas aclaraciones históricas sobre el funcionamiento de la
política en Costa Rica.

Tenemos que este país es un pequeño territorio ubicado en Centroamérica
entre los pueblos hermanos de Nicaragua y Panamá. Históricamente el Estado
costarricense se ha desarrollado a través de un mito que incluye rasgos
raciales, culturales, económicos, políticos y sociales. Todos estos han
servido para configurar la llamada identidad nacional al amparo de los
magos del capital y la generación del Olimpo[2].

Hablamos acá de mito, ya que entendemos este como la forma en que se vacía
de contenido una serie de acontecimientos históricos, de tal forma que se
establezca como algo sagrado e incuestionable. De tal forma que el mito no
es necesariamente falso en su totalidad; sino más bien que es esa
combinación entre mentira y verdad donde se establece su fuerza. Lo
importante es santificar y borrar todo aquello que moleste al poder
dominante.

Veamos algunos ejemplos y paradojas para ilustrar lo que acabamos de
explicar. Existe una famosa canción que se enseña a los niños y niñas en
las escuelas desde hace años que se titula "la suiza centroamericana",
parece a primera vista una comparación extraña, ¿qué diablos tiene que ver
Suiza con Centroamérica?, veamos. Según la letra dice "...por ser tan
linda Costa Rica la llaman, la suiza centroamericana". Este paralelismo se
funda primero en un aspecto racial, esto debido a que el Estado
costarricense implantó una política segregacionista desde la
independencia, con el fin de "blanquear" a la población. Esto se hizo
incentivando la migración de estadounidenses, alemanes, españoles,
italianos, etc., para establecerse en el país por medio de jugosos
"incentivos" estatales. Claro que de lo que no se percataron los ideólogos
de la Patria es que en estos viajes se "colaron" algunos europeos
proletarios, quienes luego ayudaran a generar las primeras huelgas del
país y la difusión de las ideas anarquistas y socialistas.

Además de esto, se creó una ley que prohibía a los afrodescendientes
(descendientes de migrantes jamaiquinos, caribeños y africanos) asentados
en la provincia caribeña de "Limón", cruzar hasta la capital, San José[3].
A esta política se le añadió la exterminación de los pueblos originarios y
su arrinconamiento en las montañas de Talamanca y demás zonas alejadas de
la capital blanca y europea.

Además de estos rasgos raciales, la historia oficial (aquella difundida
por las escuelas del Estado, las instituciones religiosas y las familias
honorables del país) enseña que el "tico"[4] es una especie de enviado de
Dios, ya que cualquiera que nazca en esta tierra se convertirá en un
hombre o mujer civilizado, pacifico, cívico y democrático[5]. Gracias a
esta bendición divina es que Costa Rica es el país más avanzado de la
región centroamericana, Amén.

La abolición del ejército y la neutralidad perpetua frente a los
conflictos bélicos, son otros elementos que nos dan el glorioso derecho de
compararnos con Suiza (que conste que no tengo nada contra los habitantes
de este país, digo por si acaso alguien me acusa de xenófobo). Claro,
olvidan algunos que por cada fusil que se destruyó se formó un carcelero,
digo, disculpen, un maestro. Además ¿que dirían ustedes?, si les contara
que Costa Rica sirvió como base para la contra-nicaragüense (si como lo
oyen y con la complicidad gubernamental), así como que fue uno de los
países que firmó la coalición inquisidora que promovió la invasión a Irak
(¿impresionante no?, un país sin ejercito haciendo la guerra, pero bueno
como dijo el expresidente Abel Pacheco: "es mejor que mueran niños
iraquíes que niños estadounidenses o costarricenses").

Sobre esto terminamos diciendo que el mito de la suiza centroamericana no
es gratuito, y mucho menos una ocurrencia popular; sino más bien el
fundamento de la ideología que maneja el carro de nuestra nación. Nota
curiosa: el costarricense ha desarrollado una impresionante xenofobia con
nuestros vecinos nicaragüenses, ¿que dirían esos alegres nacionalistas si
les dijera que la "suiza centroamericana" la escribió un nicaragüense?

La democracia centenaria y sus parásitos

Ya que hemos introducido a nuestros lectores en la ideología "a la tica"
vamos a entrar en materia propiamente dicha. Hace poco se cumplieron 100
años de vida democrática en nuestro país, por supuesto que todo el mundo
celebro dando gracias a la Virgencita de los Angeles[6] por vivir en esta
tierra privilegiada. Lo curioso es que después de la goma (resaca) del
fiestón que se pegaron los patriotas, una niña curiosa pregunta a su papá:

"Papi si nuestro país cumple 100 años de democracia ¿cómo es que nunca se
ha hecho un referéndum o se ha quitado a ningún presidente por robar?".

El padre desconcertado se queda mudo y consulta su Biblia ciudadana (o
sea, la Constitución política) y dice confiado: "Pues bueno Anita porque
la democracia es el poder del pueblo pero como somos tan tontos como para
gobernarnos nosotros mismos escogemos a 57 sabios y un presidente para que
decidan por nosotros". Anita asienta la cabeza, pero dentro de sí misma,
con la sinceridad extrema que tienen los niños, dice pero ¡qué tonto que
es mi papá! Pero ¿cómo es que tan pocos sean más inteligentes que
millones?, bueno será algo que comprenderé de grande.

El sistema democrático es de carácter representativo, liberal y con un
sistema de gobierno presidencialista. 57 representantes conforman la
Asamblea Legislativa, además de un Presidente que escoge a sus ministros.
Claro que cuando el Presidente es uno de los hombres más ricos del país y
su hermano es el Ministro más importante, comprendemos porque existe tanta
afición por Europa en las elites costarricenses (poco hay que envidiar a
los sistemas monárquicos).

La democracia se ha basado en la alternancia en el poder entre dos
partidos mayoritarios, el Partido Liberación Nacional y el Partido Unión
Social Cristiana, los dos partidos de la burguesía que se diferenciaban al
principio por su orientación de la economía y el papel del Estado. En los
últimos 20 años, estas diferencias se han acortado, siendo inexistente en
este momento. Parece que el "fin de la historia" reconcilió a estos
opuestos, quienes se han convertido juntos a la Santa Iglesia Neoliberal.
La mayoría de los partidos que han accedido al poder desde hace 50 años
han sido hijos de estos dos patriarcas de la política costarricense, el
PLN y el PUSC.

El sistema electoral se base en el sufragio universal, en el que cada 4
años los y las ticas acuden a las urnas, para legitimar a sus
representantes y olvidarse de los problemas "importantes" del país. El
ejemplo de civismo y democracia costarricense puede resumirse de la
siguiente forma "vote cada 4 años y no joda, porque sino...". Y así se ha
mantenido el sistema "representativo" hasta el 2007, donde se realiza el
primer referéndum de la historia. Cada vez que algún sector se manifestaba
o mostraba su disconformidad con las políticas gubernamentales, saltaba
algún ideólogo de la Patria y decía "pero qué le pasa a esta chusma, les
damos democracia, tiene elecciones libres y además se atreven a
protestar... esto no puede ser" y zas en un segundo sale a relucir toda la
"lucidez" de nuestros demócratas llamando a la calma y la confianza de las
instituciones.

¿Cómo mantener la chusma a raya? ¡Referéndum!

Expliquemos ahora cómo una democracia tan perfecta como la nuestra debió
caer en estas ridículas formas "participativas" como el referéndum. Digo
esto porque gran parte de la "intelectualidad" neoliberal piensa que todo
lo que esté más allá de la democracia liberal mínima es "ingobernabilidad"
(me imagino que si existe algún politólogo en el público debe estar
arrugando la cara) y caos.

Desde hace 5 años que se viene gestando una importante lucha contra la
aprobación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. Ya que este
acuerdo busca algo muy importante para las clases dominantes del país
(dentro de las cuales también existen ciertas fisuras), la consolidación
de sus intereses de clase como ideología oficial de Estado y establecer al
neoliberalismo como supraestructura jurídica.

Esta visión nos hace centrar nuestra atención en el carácter estructural
de estos "inocentes" tratados de libre comercio. El proceso de "ajuste"
(por decirlo sutilmente) que viene arrasando Latinoamérica, desde que se
hicieron famosas las recetas del FMI y el Banco Mundial en los libros de
cocina del capitalismo, han quedado incompletas en Costa Rica, de tal
manera que con este TLC queda establecida la excusa perfecta para culminar
el proceso de arquitectura de la dictadura del capital.

Esto que acabo de mencionar parece muy abstracto todavía, así que
concretemos un poco más. Cuando los cocineros de los Organismos
Financieros Internacionales deciden probar sus recetas en Costa Rica, se
topan con que existe una gran oposición a las privatizaciones,
especialmente las que tiene que ver con las telecomunicaciones, la
telefonía, la seguridad social y los seguros. De tal forma que se logra
implantar los dos primeros PAES que incluyen reducción del gasto social,
despido de empleados públicos, ventas de empresas ineficientes e incentivo
a las inversiones extranjeras, pero se atrasa el PAE tres, que incluye los
cambios más bruscos.

Claro que la tecnocracia neoliberal no iba a quedarse quieta, así que sus
planes van a recomponerse en muchas políticas que desde distintos frentes
(empresarial, político y ideológico) tratan de lograr un mismo objetivo;
el Estado mínimo, la economía exportadora de postres y la inversión
extranjera en "calls" centres y partes de aparatados de tecnología
(Gloriosa Costa Rica por tener a INTEL en su tierra).

La magnitud de este tratado, en cuanto a sus reformas estructurales en
todos los campos y sus alcances a largo plazo, es lo que ha generado tanta
resistencia en el país. Las movilizaciones venían en aumento y se articula
un movimiento importante en torno al rechazo de este tratado con los
gringos.

Las calles se llenan de gente, los caminos se bloquean, se publican
cientos de artículos, se hacen foros por todo el país y se distribuye
información a la población, explicando los contenidos del tratado. Debemos
recordar que es un documento de miles de páginas con un lenguaje jurídico
bastante técnico, de tal forma que su esclarecimiento constituía una tarea
bastante pesada.

El diálogo con el gobierno era imposible, a nivel legislativo los votos
estaban ganados y los demás poderes como la Sala Constitucional daban luz
verde al proyecto. De tal forma que el Ejecutivo logra tener en sus manos
a los tres poderes del Estado, además de tener a sus órdenes a la Fuerza
Pública (policía "civil"), a las cámaras empresariales, el apoyo de la
Embajada de Estados Unidos y los aplausos de los medios de comunicación
(prensa, televisión y en menor medida la radio). A pesar de todo esto, las
movilizaciones y la oposición siguen creciendo. De tal forma que nuestro
querido Premio Nobel de la Paz, Presidente Oscar Arias, decide canalizar
el descontento por la vía que mejor controla: la legalidad y la
institucionalidad burguesa.

Desde hace tiempo venía rondando una propuesta de decidir el futuro del
TLC mediante una consulta popular directa, en la forma de referéndum
ciudadano; sin embargo, hasta hace poco menos de dos años que se crea la
ley que habilita esta forma de participación (y ¿dónde quedaba eso de la
democracia centenaria y el ejemplo latinoamericano?, pues bueno nadie lo
sabe). El Presidente decide entonces, apropiarse de esta propuesta y
dictar un decreto ejecutivo en donde pide que se someta a consulta popular
el TLC. De esta forma se lava la cara autoritaria y promueve una vez más
la vía costarricense de hacer las cosas, la legalidad.

Cualquier demócrata bonachón estaría contento de esto, ¿un tratado de
libre comercio llevado a consulta popular?, esto suena a democracia pura y
de la buena. Pues ya veremos que no es del todo cierto. Primero, este es
un decreto Ejecutivo, de tal forma que técnicamente no es un referéndum
ciudadano, sino un referéndum gubernamental. Parece puro tecnicismo, pero
veamos más de cerca. Imagínese usted que es Presidente de la República
(¡qué lindo, no!) y tiene a miles de personas por todo el país
explicándole a la gente qué es el TLC, el libre comercio y el
neoliberalismo y además de esto recogiendo firmas para apoyar una consulta
popular. Esto suena a rebaño descarriado y por supuesto que eso no puede
pasar. De tal forma que lo mejor es evitar esta vía y establecer una plazo
mas rápido, 7 de octubre.

Esta vía de la legalidad tiene sus ventajas para los que detentan el
poder, además de que ellos hacen las leyes, ocupan los puestos de
dirección, son los encargados de reformar las leyes y además son los
encargados de aplicarlas, como dicen en "bandeja de plata". Así es como el
movimiento del "No" se mete a jugar en la cancha de los poderosos, donde
ellos delimitan la cancha, hacen las reglas y contratan a los árbitros.
Desde ese momento todo lo que sonara a calle va a convertirse en cosa de
"comunistas" o "subversivos".

Como dice un refrán popular por ahí, "quien paga la música, maneja la
fiesta" y el 7 de octubre la orquesta del capital celebró a lo grande.
Ahora es necesario mencionar que esto no fue nada fácil, ya que el
movimiento del "SI" tuvo que recurrir a las peores prácticas clientelares
para conseguir la "victoria". Se perdían las listas de votantes, se
amenazaba con despido a los trabajadores y trabajadoras de las empresas,
se regalaba comida y dinero en los barrios pobres, se perseguía a los
disidentes, etc. Con todo este despliegue de maquinaria pesada lograron la
victoria, pero con una diferencia de 50.000 votos; ósea menos de un 1%, de
tal forma que queda consumado el fraude, pero a su vez también se
demuestra que el Presidente Arias no la tiene tan fácil.

Los Comités patrióticos y el Estado "Social" de Derecho

La propuesta de referéndum deja desconcertado a muchos que sólo veían en
las calles el terreno fértil para la lucha contra el TLC. Al principio, se
alzan voces de protesta contra la maniobra del gobierno, pero también
surgen dudas sobre la "oportunidad" de aprovechar la coyuntura para hacer
un trabajo más fuerte de información y organización a nivel nacional. Al
final se llegó a la conclusión de que se debía dar la batalla y emprender
una campaña masiva contra el tratado. Como todo proceso electoral tiene
sus alcances y sus límites, además del límite estructural propio de las
elecciones, tenemos también que enfrentar la arremetida ideológica, que se
hace de la mano de toda la mitología nacional que se explicó
anteriormente, para crear un terror psicológico en la población.

Este terror apuntaba a deslegitimar a todos los que trataran de
"desviarse" de las costumbres nacionales y de las reglas de la
institucionalidad "democrática". Así que cualquier insulto, grito o
movimiento no aprobado, era tachado de "provocación" y de infiltración
comunista (esto parece la guerra fría, pero sucede hoy en el 2008). Esto,
por supuesto, impregnó al movimiento del NO, que se convirtió en más
"papistas que el papa", articulando un discurso mayoritario en defensa del
Estado Social de Derecho (titulo que creo que le queda bastante grande al
Estado costarricense, tomando en cuenta que existe estructuralmente un
sector importante de la población que no ha recibido los beneficios de
esta gran Padre Benefactor, ¿coincidencia?, creo que en esto la crítica
anarquista tiene mucho que decir), las instituciones democráticas y la
legalidad. La desventaja de esto, fue que permitió a la autonombrada
"Alianza del SI" violar todos los reglamentos que pudieron, violar las
leyes de tregua, amenazar a los asalariados con el despido, pasar por
encima de la legalidad y la bendita institucionalidad.

Lo que digo aquí no quiere decir que debamos permitir que se privatice la
seguridad social, la educación y demás; sino lo que quiero dejar claro es
como en un movimiento de oposición se manifiestan los valores, costumbres
y políticas de la ideología dominante. Creo que esto apunta a algo más
profundo que es la discusión sobre el fondo de las "tradiciones"
nacionales y como estas sirven de límites a las luchas para la
transformación social.

Para la campaña del "NO" se empiezan a formar "comités patrióticos"; estás
son organizaciones ciudadanas de base territorial que se esparcen por todo
el país. Se crean por cantones (que son las unidades territoriales que
conforman las provincias) distritos y barrios. El objetivo fundamental de
estas organizaciones era electoral, difundir la lucha contra el TLC y
llamar a rechazar el tratado en las urnas. No es fácil explicar en tan
poco espacio todas las variables que involucran a estas organizaciones,
pero vamos a tratar de hacer un panorama general.

Estas organizaciones están compuestas por gente de todo tipo que comparten
un mismo espacio territorial, así que no surgen como grupos políticos de
carácter ideológico. Estos comités se financiaban del aporte de sus
miembros, además de actividades como rifas, comidas, fiestas, venta de
camisetas, calcomanías, etc. La mayoría de la información era resumida por
temas (salud, ambiente, trabajo, telecomunicaciones, soberanía
alimentaría, etc.) y producida por intelectuales, académicos y analistas
que colaboraban en las filas de los comités.

Dentro de estas organizaciones se da una gran explosión de creatividad
artística y cultural. Distintas regiones crean sus propios logos y signos
externos, además de que se promueve el teatro callejero, la música, las
artes graficas, la danza, poesía, etc. La iniciativa ciudadana se expande
y llega a niveles difíciles de ver en luchas anteriores.

Estas organizaciones están al margen de sindicatos y partidos políticos,
aunque colaboran con ellos para temas puntuales, como actividades de
divulgación, información, etc. En las filas de estas organizaciones se
encuentran estudiantes, profesores, intelectuales, empleados del sector
público, campesinos, indígenas, amas de casa, trabajadores sindicalizados,
parte de la clase media y de los sectores más golpeados por el sistema.

Como toda organización, tiene un periodo de expansión y de retroceso. En
este caso existió una expansión progresiva hasta el día del referéndum (7
de octubre del 2007), manteniéndose su escalada tiempo después del fraude.
Sin embargo, desde hace un par de meses para acá existe una decadencia
continua en los distintos comités, especialmente aquellos que no supieron
superar la coyuntura electoral.

Es importante mencionar acá que existe dentro de los comités varias
tendencias. Primero, hay lugares donde se quiere mantener la organización
comunitaria y proyectar a los comités como unidades populares de
organización comunal para enfrentar los problemas locales. Una segunda
tendencia se perfila como una opción electoral con miras en las elecciones
del 2010, de tal forma que se piensa en los comités como unidades de base
para una coalición de "centro-izquierda". También dentro de esta tendencia
existe propuesta de creación de partidos locales para las elecciones
municipales y así conseguir representación en los gobiernos locales.

Este esquema puede resultar simplista (y en parte lo es) pero creo que
recoge las impresiones generales alrededor de los comités patrióticos. Lo
importante de este tema es que si en Costa Rica quiere perfilarse un tipo
de organización distinta a los partidos y los sindicatos, es necesario
aprender de esta lucha y emprender un proceso de discusión continua, así
como ensayos y errores en la práctica cotidiana. Existe un espíritu
autónomo que se asoma en estas organizaciones, valores como el apoyo
mutuo, la solidaridad, el auto-financiamiento, la democracia de base,
parecen atraer a la gente; sin embargo estas prácticas no están exentas de
las formas tradicionales de organización y relaciones sociales.

Cuando se termina de escribir este texto se perfila la idea de organizar
otro referéndum para definir el rumbo de las leyes sobre Obtenciones
Vegetales (que se encuentra enmarcado en los tratados de Budapest que
busca permitir la creación de patentes de seres vivos, semillas, plantas,
etc.). Sin embargo, la valoración que podemos hacer hasta el momento es
que no existen las condiciones jurídicas, ni políticas que permitan que
esta consulta se de forma limpia y equilibrada. Existen miles de vacíos
legales hechos a propósito para impedir una política de iniciativa
popular, además de que creemos que mientras sigamos jugando en la cancha
de los ricos bajo sus reglas y árbitros (las instituciones del Estado)
estamos condenados a la reproducción de sus normas y a un callejón sin
salida. De tal forma que el fraude tiene un aspecto estructural, que
remite al fondo mismo de la organización del capital en Estado-Nación.

Valoraciones finales

Varias cosas me parecen importantes para discutir a partir de este texto.

1. Es necesario entender la historia particular del lugar en donde
perfilamos las luchas de transformación social. De esta forma tenemos
insumos para valorar los alcances y límites de nuestras acciones.

2. Es importante crear una denuncia constante y un proceso de
desmantelamiento de la ideología dominante que se reproduce a través de la
"identidad" nacional. Sin esto estamos condenamos a seguir fortaleciendo
la base de la dominación cultural y psicológica de las clases dirigentes.

3. Entablar una discusión seria y contundente sobre los límites del
"Estado Social de Derecho" como forma de organización histórica de un
modelo de sociedad "justa".

4. Valorar los alcances y límites de las organizaciones populares que se
construyan al margen de los partidos políticos y los sindicatos.

5. Y por ultimo y no menos importante. ¿Qué papel pueden jugar los y las
anarquistas en estos acontecimientos?

J.J.L

Circulo de Estudios La Libertad
Costa Rica
Centroamérica

Escrito para Anarkismo.net

Notas:

[1] Aclaro para la gente de Costa Rica que aquí el término libertario se
usa en el sentido histórico del concepto, ósea como sinónimo de
anarquista. No vaya a ser que alguien crea que nos referimos a la secta
partidaria de derecha del autonombrado "Partido Movimiento Libertario".

1 comentario:

Randall dijo...

Muy bueno este articulo, continuen por este camino llevando la luz para que el pueblo despierte y que nuestra revolucion vea el amanecer en todos los corazones libres. Salud y AnarquiA!!! Recuerden visitar Akratas Blog: http://akratas.blogspot.com